El municipio de Sant Julià de Cerdanyola está situado a 950m de altitud en la comarca del Berguedà.

Su historia comienza ligada al Monasterio de Sant Llorenç, quien tuvo el dominio y el control hasta el siglo XIV.

Con el estallido de la peste negra, el pueblo se quedó prácticamente sin habitantes. No será hasta la etapa de la industrialización, el inicio de la explotación de las minas de carbón del Berguedà y la llegada del ferrocarril, que el pueblo se irá recuperando económica y demográficamente.

Después de unos años bajo la capitalidad municipal de Guardiola de Berguedà, antiguo núcleo dentro del municipio de St.. Julià, se establece como municipio independiente.

Este pueblo, característico por la individualidad de sus casas, los bancales y márgenes que la rodean, su valle abierto y algunas fiestas como la Fia-Faia, es el enclave desde donde salen la mayoría de las rutas.

Muchas atraviesan la sierra del Catllaràs, incluída en el Plan de Espacios de Interés Natural y situada entre los términos municipales de Sant Julià de Cerdanyola, La Pobla de Lillet, Sant Jaume de Frontanyà, La Nou de Berguedà, Borredà y Vilada.

Desconocida y virgen, esta sierra esconde espacios paradisíacos y aislados y puede ser descubierta con calma y profundidad gracias a los más de 150 km de pistas de, caminos y senderos.

Abriendo un poco la mirada, el visitante podrá aproximarse a algunos de los parajes más emblemáticos del Alt Berguedà. La montaña del Pedraforca y la sierra del Cadí están muy cerca, así como los nacimientos de los ríos Llobregat y Bastareny. La obra más desconocida de Gaudí también se esconde en estos parajes.

Ven a descubrir este marco incomparable.